Aprendiendo a resumiR

Necesito asumir que la vida es puro cambio. Deshacerme de ese miedo paralizante a las pérdidas. Vivir al ritmo de mi vida. Soltar lastre y colocar el pasado en su lugar. Si lo logro, habré crecido.

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Lugar: Madrid, Spain

domingo, diciembre 31, 2006

Belsay ha muerto?

Ultimamente no duermo… es por la medicación. Y heme aquí, Domingo y ultimo día del año, escribiendo a estas horas… sacrilegio para la antigüa Belsay. ¿Antigüa?, sería mejor decir exigua, porque poco queda de ella, de hecho, creo que Belsay ha muerto.

Poco queda de lo que la creó, ni yo soy la misma, ni mis circunstancias, ni tampoco la gente que la conoció y amó. Nada queda de eso, ni los sentimientos puros ni el dolor desgarrador… todo se ha diluido en un magma de desidia, lejanía y decepción. El tiempo todo lo cura, todo lo “destruye”… y todo lo renueva. Porque Belsay ha muerto, pero yo sigo aquí. Sin saber muy bien quien soy ahora, pero sabiendo quien ya no soy.

Este ha sido un año de exorcismos… mis fantasmas me abandonan, o mejor, por fin los echo, consciente, entera, algo aturdida y nostálgica, porque ¿quien será Belsay sin sus fantasmas?, pero los echo, lo noto. Por fin los esfuerzos conscientes que no han surtido efecto en años dejan paso a una sensación de tranquilidad, de certeza, que no por buscada deja de ser extraña…. Se van…. Lo acepto y no lucho por retenerlos. ¿Retener a unos fantasmas?, pues si, sé que lo he estado haciendo para no tener que enfrentar este momento.

Dejo a la poesía con su nueva luz. Con otras musas y otros versos pero con su intensidad intacta. Un bálsamo en el que depositar alguna creencia de futuro que me amarre en nuevos puertos. Aún creo, pero hay que vivir la vida. Si algo de Belsay persiste, seguirá siendo por ti.

Se marcha, poco a poco pero inexorablemente mi adorado demonio, liberado de una promesa que nos ataba. Se van con él el desgarro y la impotencia… Se alejan mientras yo siento el “no dolor” como algo tan extraño... Te dejo ir, adorado demonio, sabiendo que me diluyo contigo, que Belsay también se va, porque nada de lo que la creó es igual y nadie de quienes la vivieron siguen ahí… ni siquiera yo.

Dejo caer mi última lágrima por la luna…son raras las noches sin luna. Oscuras y algo fantasmagóricas. Hay quien dice que sigue impertérrita en su lugar, pero yo no puedo verla. Intento creer en lo que no veo y echo de menos su resplandor, pero tendré que aprender a iluminarme con la luz de las estrellas.
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Me quedo con lo bueno, con la poesía que aún me queda, con nuevas vidas que me llenan y nutren, con la luz que me guía y protege, mi estrella, con personas que conforman una nueva etapa, con un nuevo inicio y un nuevo yo. Habrá que buscarle un nombre… y un nuevo blog quizás. Quien sabe.

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Belsay ha muerto?. Nunca lo hará el todo. Belsay seguirá en mi y en quienes me quisieron. Eso creo, confiando en la intensidad y honestidad de los sentimientos que un día despertó.
Feliz año/vida nuevo/a

miércoles, diciembre 13, 2006

Descanso a los fantasmas



Mentira que el pasado no existe; yo lo veo cuando me miro al espejo, cuando camino por los pasillos y encuentro en las miradas, un recuerdo. Mentira que todo acaba. Damos la espalda a lo que fue, eso es cierto, pero eso es por mera apariencia, por mera cobardía. La realidad es que todavía compartimos el mundo y las palabras, y las sonrisas, a veces.Y sería falso pretender que todo fuera como fue; los moldes también se rompen.

Disfrazar al pasado de eterno sería corromperlo, pero enterrarlo es destruirlo. Sólo hace falta un lugar para que las cosas no floten, indefinidas en su negación. Llego la hora de dejar descansar a los fantasmas, y por qué no, de paso salvar a los mortales.